Hoy les tengo otro clásico del maestro Etienne, el cuál en muchas ocasiones firmaba sus obras como Stephen. Esta nos relata las aventuras de un joven empleado en un motel de paso, en donde se hospedan ardientes camioneros...
Cuando tenía dieciocho años era muy musculoso para mi edad, y bien parecido también, si hacía caso a lo que decían las chicas entre sí, en la prepa. No era una estrella de cine bien parecido, ¿entiendes?, pero en realidad tenía un porte limpio y sano. Acababa de salir de la secundaria donde de hecho había estado en el equipo de fútbol, por lo que no me veía como un tipo afeminado, ni nada de eso. Así que hasta ese día en particular, nunca imagine que mi culo podría terminar siendo el objetivo de un hombre. Pero entonces... llega ese gran conductor, del camión accidentado y... pero es mejor comenzar por el principio.
Al inicio del verano, me había conseguido un trabajo en la parada de camiones de Ma Spairo, una combinación entre estación de servicio y dormitorio para camioneros. Se encuentra en la carretera 66, y aunque el dinero era bueno, las horas eran largas. Sobre todo porque menudo te quedas atascado en el turno de la madrugada, que era un fastidio, ¡déjame decirte! El trabajo era fácil: esperar en el mostrador y hacer la limpieza. Ma Spairo era una dulce anciana que me trataba como si fuera su hijo o algo parecido. Una noche vi a un contenedor de diez toneladas llegar y detenerse en la zona de aparcamiento. A lo largo del costado del camión, tenía pintado en grandes letras el nombre de la empresa de transporte y el lema: "Tipos Grande ... Satisfacemos". La puerta de la cabina se abrió y bajó el conductor, empezó a cruzar la cancha de grava hacia el restaurante.
Era uno de esos tipos que realmente vienen arrechos .. ¿Sabes lo que quiero decir? Llevaba una de esas camisetas interiores del tipo sin mangas, e incluso desde la distancia pude ver que era un pedazo hombre. Deltoides y bíceps enormes y unos antebrazos increíbles...
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